viernes, 10 de octubre de 2008

setiembre

pLuMoN


Acorde de luces navegan mi ropa cual tímido piloto al lago despierto sin su sombra.
La frontera es

un silencio sin bordes y agua que una nube carga en aquella piel entrenada.

El deseo es

estatua de cuerpo demorado cayendo desde nosotros, entre luces y alamos de par en par.


(Une tus palabras a este carruaje, desorbitando el humo de un rostro fotografiado en la nieve).